La capa de ozono es un tema recurrente cuando se habla del calentamiento global y el cambio climático, siendo clave en la prevención de peligros relacionados a dichos fenómenos, pero sabes ¿por qué es tan importante la capa de ozono? y ¿de qué sirve? quédate que te lo contamos fácil y rápido.
Lo primero que hay que saber es ¿qué hace principalmente la capa de ozono? y esta tiene como principal función la de absorber los rayos ultravioleta provenientes del sol, pero no todos, solo los de onda corta, ya que la radiación ultravioleta también es importante para la realización de la fotosíntesis por parte de las plantas, y por ende para la vida en la Tierra.
La absorción de esta radiación se hace mediante una reacción química que se da a gran escala en toda la capa de ozono, la cual se encuentra en la estratosfera terrestre, ubicándose a una distancia aproximada de entre 15km a 50km de altura, donde abundan grandes cantidades de ozono.
La reacción química que se lleva a cabo es la separación de átomos de oxígeno por la acción de los rayos ultravioleta provenientes del sol, para que posteriormente uno de esos átomos libres de oxigeno se una con una molécula de oxigeno, formando así una molécula de ozono (O3).
Estas reacciones que se han dado de manera natural en la capa de ozono durante millones de años, pero recientemente se ha visto afectada por gases como los clorofluorocarbonados (CFCs), entre otros que, al llegar a la atmósfera, los átomos de cloro reaccionan con las moléculas de oxigeno, formando otros compuestos y evitando la formación de ozono.
Esto genera poco a poco la disminución de ozono en ciertas zonas de la capa, provocando la creación de agujeros en la misma que son muy peligrosos, ya que dejan expuesta la vida en la tierra a las radiaciones ultravioleta mas potentes del sol.
Los rayos ultravioleta de onda corta poseen mucha energía y en grandes cantidades pueden causar la degradación de membranas celulares, originando los cánceres y pudiendo afectar también el ADN, generando mutaciones genéticas.
En el año 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, el cual si bien ayudó a disminuir considerablemente el uso de los CFCs a nivel mundial, aún existen refrigerantes industriales, propelentes y fungicidas que siguen destruyendo la capa de ozono a niveles alarmantes.
Al estudiar la situación queda claro que es nuestra responsabilidad como habitantes del planeta el proteger y preservar la naturaleza, intentando con nuestras acciones diarias minimizar nuestra huella ecológica en el medio ambiente y así lograr que la capa de ozono se regenere en gran porcentaje.
Si te gustó este artículo no dudes en compartirlo con las personas que conozcas que les interese el tema. ¡Gracias por leernos! y recuerda, no dejes nunca de alimentar tu curiosidad.
0 Comentarios