¿Qué hace especial a La Mona Lisa?

  La Mona Lisa es una de las pinturas más famosas de la historia, siendo visitada cada año por miles de personas y gozando de una popularidad casi insuperable, además de ser uno de los principales referentes a la hora de pensar en el arte mismo, pero ¿qué la hace tan especial? vamos a responder esta pregunta fácilmente a continuación.

 La Mona Lisa o también conocida como La Gioconda fue un obra realizada por Leonardo Da Vinci entre los años 1503 y 1506, la cual fue adquirida por el rey Francisco I de Francia en el siglo XVI, pasando posteriormente por las manos de Napoleón Bonaparte en el año 1800 al finalizar La Revolución francesa, y siendo devuelta en 1804 al Museo del Louvre de París donde reside hasta la actualidad.

 Esta obra era expuesta como una mas en el Museo del Louvre, hasta que un ladrón se hizo pasar por un trabajador del mismo museo en 1911, para robarla a plena luz del dia, quien tras realizar el acto la guardó dentro de su ropa, tomó un taxi y la escondió en su casa donde permaneció por 2 años, hasta que decidió venderla al director de un museo en Florencia, pero éste alertó a la policía y el cuadro fue devuelto al Museo del Louvre, donde no solo mejoraron la seguridad, sino que ahora tendría una sala propia para su exhibición.

 Este acontecimiento le dio una popularidad sin precedentes a la pintura, debido a que con la noticia de su robo, la gente comenzó a visitar el museo para ver el lugar donde fue robada, teniendo posteriores parodias de la misma que eran repartidas por las calles. Todo esto sin contar aspectos como los enigmas que esconde el retrato, como la identidad de la modelo, de la cual aún no se tiene una respuesta clara, solo suposiciones, hasta el punto de especular que es una versión femenina del propio Leonardo, o un retrato de su propia madre.

 Otro de los enigmas es su mirada, la cual no solo te sigue a donde vayas, sino que en ambos ojos posee códigos ocultos que únicamente se pueden ver con lupa. En el ojo derecho posee las letras "LV" que aluden a las iniciales del autor, mientras que los códigos del ojo izquierdo aún no han sido descifrados.

 Su sonrisa es otro de sus aspectos más llamativos, gracias a que si fijas la mirada en su boca, la sonrisa desaparece, mientras que si observas en otras partes del retrato la sonrisa es claramente visible, esto sucede gracias al efecto de sombras que logró conseguir Leonardo con su técnica de sfumato.

 Claramente tanto por su historia como por su autor, esta pintura ha logrado trascender a lo largo de la historia, dando mucho de qué hablar, en gran parte por sus numerosos enigmas que, aún hoy en día siguen sin ser desvelados, cautivando a gran parte de artistas y fanáticos de todo el mundo que la visitan cada día.

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